La validación emocional es una herramienta poderosa para ayudar a los niños y niñas a comprender y gestionar sus emociones.
Acá te compartimos algunos ejemplos guía que puedes usar:
“Las pesadillas pueden dar mucho miedo. Estoy aquí para abrazarte y asegurarte de que estás a salvo”
“Es normal sentir enojo cuando nos caemos y lastimamos. ¿Cómo puedo ayudarte a sentirte mejor?”.
“Parece que estás preocupada por la fiesta de cumpleaños de mañana. Es normal sentirse nerviosa antes de un evento importante. ¿Hay algo en particular que te preocupa?”
“Estás frustrado porque no te prestaron ese juguete. Cuando queremos algo y no podemos tenerlo es normal sentirse mal. ¿Busquemos otra opción de juego?”
“Parece que tienes miedo a la oscuridad. Muchas personas no se sienten cómodas o no les gusta la oscuridad. ¿Dejemos prendida una luz para que te sientas más segura?”
“Te veo nervioso por la presentación de mañana en clase. Es normal sentirse así antes de hablar en público. ¿Hay algo específico que te preocupe?”
“Entiendo que sientas celos de tu hermano en este momento. A veces puede ser difícil ver a otros recibir atención. Estoy aquí para escucharte y ayudarte a manejar esos sentimientos”.
Validar una emoción es legitimarla, no tratando de reprimirla o ignorarla, sino dándole el peso y el valor que merece por sí misma, por el propio hecho de estar sintiéndola. Es importante entonces mencionar qué sucede con el niño o la niña y luego dar una explicación a ello.
También el tono como se abordan las emociones son muy importantes, si como adultos no controlamos nuestras emociones, difícilmente vamos a poder enseñar a nuestros hijos e hijas a hacerlo. Los adultos somos modelos a seguir….
